Todo es como en una obra

Todo es como en una obra propone un juego tan lúdico como desesperado, donde la amistad se desarma y se reescribe al ritmo de la ficción, la música pop y un teatro que se pregunta por sus propios límites. Menta y Jorge habitan ese espacio difuso entre lo real y lo actuado, en el que la traición, el deseo y la necesidad de crear se entrelazan hasta volverse indistinguibles. En una trama tan absurda como conmovedora, los personajes buscan la obra perfecta mientras se aferran a la única certeza posible: que la ficción, por más artificio que sea, es el único refugio frente a un mundo hiperconectado que exige veracidad hasta en el arte. Una propuesta tan
filosa como sensible, que invita a preguntarse qué queda en pie cuando la amistad se convierte en escena.