La regresada

Helena de Troya regresa a su tierra natal, traída a la fuerza por su marido Menelao. El ha ganado la guerra, el puede hacer lo que quiere con esa esposa. Y que hace? La encierra en una torre a coser y bordar, a ella, que fue la mujer más hermosa del planeta. Pero ella tiene mucho para decir y Menelao teme su belleza que aún puede ser un instrumento político de su poder.

Propuesta estética

El texto de Patricia Suárez propone, mas allá de la figura mítica de su protagonista, una lectura atemporal. En ningún momento se nombra directamente a Troya, ni a Menelao, ni Helena se llama a si misma Helena.Esta decisión estilística de la autora es la que tomamos a la hora de montar el monólogo, entendiendo que esa mujer (H), es a su vez todas las mujeres.

La corrimos de su tiempo “histórico” para que sea mas cercana y desde lo audiovisual la modernizamos.

Tomando uno de los preceptos del DOGMA 95, decidimos narrar con cámara en mano, con su encuadre a veces corrido y desprolijo pero real, para acercarnos aún mas a esta mujer que, desde un encierro injusto, nos cuenta las crueldades a las que el patriarcado la sigue condenando.