En Tiempos Porteños - Work in Progress

Es Buenos Aires, una ciudad nostálgicamente mágica.
Pisar sus adoquines, las luces difusas, el amor en las esquinas, los cafés, la
política latente y sus calles cargadas de una energía inigualable.
Si tuviese que tomar imágenes para describirla entraría en la banal disyuntiva
de quedarme con casi todo sí, con casi todo, porque para describirla necesito
ir desde su romántico sur arrabalero, pasar por el caluroso, arrebatado y
colmado centro y llegar hasta el norte donde el río se deja ver nuevamente con
sus aires frescos.
Me permito jugar con algunas fotografías de esta nostalgia que se agolpa,
tratar de llevarla por el mundo para que otros tan sólo lleguen a una parte de la
querida Santa María del Buen Aire.
Alguien dijo hoy “las tardecitas de Buenos Aires tienen ese qué se yo hay
algo que me dejó sin palabras, con el aliento cortado, la sonrisa y el lagrimón
la milonga y el amor acalorado.
Decido quedarme con vos como parte del todo, con vos que te haces calle a tu
paso, respiro y me quedo con la principal imagen vos.