Juan Falú y Carlos Moscardini

Juan Falú y Carlos Moscardini presentan su flamante disco grabado en vivo el 25 de mayo de 2016 en el Auditorio de la Usina del Arte.

Un disco que es un testimonio del emotivo concierto que estas dos guitarras hermanas, una norteña y la otra surera, sin duda bien argentinas, brindaron en ese encuentro que será revivido en las presentaciones. El repertorio, en su mayoría, de obras propias intercaladas entre ejecuciones solistas y a dúo en zambas, milongas, gatos, valses, cuecas, chacareras, algún tango y la participación de Julia Moscardini como invitada para cantar la Zamba del Arribeño (de Falú y Soria).

Dice Juan Falú.

Cuando nos convocaron para ofrecer el concierto en la Usina, la sola idea de compartirlo con Carlos me llenó de gusto.
Luego vino la música, mansa, libre y sentida. Como nos gusta. Y el gusto ya no era solo gusto, sino la emoción de la música, de sus profundidades, de sentirnos naturalmente comunicados en ella. De cobijar el canto claro y sereno de Julia entre nuestras guitarras.

Y luego esta sorpresa del registro en vivo. Inesperada.

Este disco contiene el crudo testimonio de los necesarios riesgos que van de la mano con las versiones libres.

Para mí es un honor haberlo compartido porque considero a Carlos Moscardini un verdadero maestro.

Tengo plena conciencia de la hondura de su obra, de su estatura guitarrística y de la escuela que forjan compositor, obra e intérprete.

Estar juntos en este tramo fugaz de su camino, que seguramente será más largo y más ancho, quedará en mi memoria como un gesto necesario de mi propio camino.

Dice Carlos Moscardini.Pasaron muchos años de mi primer encuentro con Juan. Compartimos momentos memorables entre música y docencia que han sido una verdadera escuela para mí. Siento un profundo respeto por Juan que trasciende lo musical. Es un hermano mayor en la guitarra, maestro y amigo.

Nos une el amor por la música, Tucumán, Buenos Aires, la zamba, la milonga, la Argentina entera en nuestro corazón y la impronta del tiempo que nos tocó vivir en cada nota y en cada pulso.

Este disco no fue planeado, fue una suerte que se grabara el concierto. Sin duda así debía ser, porque es el resultado natural de una historia, de vivencias comunes, de un viaje donde nuestros caminos andan entreverados desde hace mucho tiempo.

Fue una emoción enorme compartir con Juan este concierto en el bellísimo Auditorio de la Usina del Arte, colmado de un público maravilloso, sensible a nuestros silencios y a la austeridad de nuestras guitarras criollas que siguen resistiendo el avasallamiento sonoro de estos tiempos. Y, como si esto fuera poco, Julia: una invitada muy especial.

Consciente de la dimensión artística de Juan Falú me siento conmovido y agradecido por este disco.