En los ojos hondos huecos de mi madre

FILUMENA Compañía de teatro

Un hombre expulsado con violencia, cae al vacío.
Sacude los gestos de su muerte anterior, cenizas adheridas a ese viejo traje de novio o de muerto.
Decidir entonces sin convicción aparente permanecer en este nuevo lugar extraño.
Allí, segundos antes a lo próximo, una canción de cuna.
El espacio empieza a evidenciarse: Pequeño teatro de pueblo, circo de atracciones alojado en medio de una ruta desierta y silenciosa.
Y desde esa aparente oscuridad: curvas a contraluz, piernas, se intuyen sutilmente, se construye una mujer. Contenida en un círculo luminoso seduce ahora con un canto envolvente y acaricia distante a su único espectador.
A partir de este momento, se intentará simplemente una historia de amor pero los personajes se verán envueltos en una trama compleja en donde los planos de realidad y el límite con la ficción se presentarán difusos.
En un juego casi macabro, ambos serán victimas de un extraño espectáculo que los devolverá continuamente a la representación obligándolos a exponer sus más íntimas pasiones en una sucesión de números de variedades.

Una bailarina, un viaje, un lanzador de cuchillos, su víctima, un mago, una cantante, un animador, un clown, enamorados que levitan como en un cuadro de Chagall, gestos ambiguos, espacios cambiantes…Teatro en miniatura, interior de una cajita musical que los acuna y expulsa simultáneamente.

Rostros de una misma mujer estallando
en infinidad de rostros superpuestos
puñales con polleras que acarician mi soledad, mi propia muerte
veo y a mi madre
que lejana saluda construye su amor impotente
eterna transformación del origen
impensable e irreversible fin del origen.