El acompañamiento

Tuco y Sebastián son dos amigos de toda la vida. Tuco trabaja en una metalúrgica y Sebastián tiene un kiosco de cigarrillos y golosinas. Después de una broma que le juega a Tuco un compañero de fábrica (el Mingo) este decide renunciar a su trabajo para dedicarse al canto. Para ello, se encierra en el altillo de su casa armado con un cuchillo y aislado por completo de su familia y de la gente en general, esperando al acompañamiento musical que el Mingo "prometió" mandarle para ensayar y así triunfar en la televisión.

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