Amor cliché

Amor cliché es la historia de una obsesión. La obra aborda en clave de humor absurdo una patología poco conocida: la erotomanía. Se trata de un trastorno mental inusual, en el que una persona mantiene la creencia ilusoria de que otra persona, generalmente una figura pública, está enamorada de ella. La ilusión de Ema se corporiza en Salvador, un cantante melódico que asistirá a un ¿dramático? cambio en su vida.

La carrera artística de Salvador Reyes se encuentra en una pendiente pronunciada en los últimos años. Bastante atrás quedaron algunas promisorias apariciones en el circuito musical que auspiciaban un futuro prometedor. Recurrentes caídas en el alcoholismo y escándalos menores lo apartaron de las grandes ligas y lo confinaron a escenarios cada vez más sórdidos.
Emmanuel Rivas es un joven que vive con su madre y trabaja como repositor en un supermercado. Su vida gira en torno a Salvador Reyes, su ídolo absoluto, a quien sigue en cada una de sus presentaciones y recitales.
El salón principal de la Sociedad de Fomento de Bernal se convierte una noche de verano en testigo de la epifanía de Ema. Esa noche, Salvador canta "Vivamos juntos" y Ema "entiende" que la hizo pensando en él, y "descubre" que el amor que siente es recíproco y que nada ni nadie se interpondrá entre ellos.