De pronto se escucha el rumor de una orquesta,
es que están de fiesta mistonga los cosos.
Ha vuelto la piba que un día se fuera,
un galán está escondido chamuyando en un rincón.
Pasa la percanta tangueando altanera,
al compás de la ronca maldición del bandoneón.
Con este tango que es burlón y arrastradito,
luce la grela el canyengue en las caderas.
Por ella, el yuyeta, el bacán y el compadrito
relucen sus cuchillos a las luces de las velas
Cuando hay bronca entre guapos,
no siempre el más taura queda de capo.
Sobre las mesas que nunca preguntan
se milonguea la tristeza en canto.
Y el vaso de vino de algún mamao
es el ahogo de los malandrines engañados
Milonga bardera: piringundín alegre,
Misa de falda, querosén, tajo y cuchillo
Que ardió en los conventillos y ardió en mi corazón.